Friday, September 25, 2009

CELIA

Mike Worral

LUIS FELIPE PACHECO

Le prometí a Celia que le escribiría un cuento. Pero, desde que te conozco, no puedo escribir nada que no gire alrededor tuyo.

Las promesas son promesas y estoy acostumbrado a cumplirlas… así que haré el intento.

Celia es hermana de mi amiga Rosa. Rosa es mamá de Lalo, el novio de Ximena… ¿La recuerdas? ¡Es la muchacha a la que llamaste: “niña bonita”, cuando se acercó a saludarnos después de la función de aquella obra, gracias a la cual te conocí!



Esa mañana en la que el director nos presentaría la recuerdo nítidamente. Se te había hecho tarde y nosotros ya llevábamos dos cafés adentro del Vips de Londres y Niza. Mientras él parloteaba sobre el montaje, la escenografía, patrocinadores y publicidad, yo miraba el paso de los coches histéricos de las doce treinta de la tarde, a través del gran ventanal. La nitidez se hace en mi mente cámara lenta, cuando te recuerdo apareciendo ante mi visión, sin que supiera que eras tú. Tu paso era rápido, pero pude ver claramente la profundidad de tus ojos negros cuando chocaron con los míos. Llevabas en tu hombro una petaquilla azul que combinaba perfecto con tu pantalón de mezclilla y tu camisa Polo. Tu seriedad me denotó de inmediato una barrera intraspasable de inseguridad contra el mundo, al mismo tiempo que tu mirada me confesaba el poder de amar que guardabas dentro.

Y con esto me quedé para siempre. Y de eso me enamoré, creo. Aunque, con el paso del tiempo, el conocer tus virtudes, tus sueños similares a los míos, tu lucha inquebrantable por conseguirlos… me hicieron amarte; el sensible corazón que te descubrí debajo de la coraza que nunca te quitaste, me hicieron quererte; el roce coqueto de tu cuerpo de niño en cada ensayo, en cada función, en cada compartir de camerino… tu aroma, tu aliento… me hicieron desearte…

Y entonces lo expulsé en la segunda tarde que fuimos al cine y compartimos el café a la salida. Y entonces disfruté, el día de nuestra última función, lo que para ti era amistad y para mí el posible amor que tanto había anhelado… tras bambalinas, con prisa, aún cargados del sudor por la intensidad de nuestra vida falsa en el escenario y nuestra vida real en cada calle que nos vio pasar… y reír… y soñar… y vivir….



Y hubo amor, porque te amaba. Y hubo cariño porque me besaste tiernamente y me acariciaste tembloroso. Y hubo deseo y pasión porque convertimos de pronto mi amor y tu cariño en un solo cuerpo que se entrega completo, olvidándose que después del fuego sólo quedan cenizas revoloteando en el cerebro de quien quiso, y recuerdos dolorosos en el que amó.

Y…

Te amé porque tus sueños eran similares a los míos y por tu lucha inquebrantable por conseguirlos… Irónicamente por eso mismo te fuiste de mi lado. Tenías que seguir luchando y yo te estorbaba para ello. Ahora sé de ti de vez en cuando porque te miro en las revistas, en la tele o te escucho en el radio. Seguramente sabes de mí porque el director que nos presentó e hizo que tus sueños ahora sean logrados, aún es mi amigo y me habla de vez en cuando… y en la noche tal vez te mencione mi nombre, antes de que se acurruque entre tus brazos…

¡Ah! Y Celia, es la que me corta el cabello.

10 comments:

JP said...

-- una probadita de como escribe nuestro amigo Luis Felipe Pacheco, gracias maestro!

MauVenom said...

WOW Pato!!!... dale a Luis mis felicitaciones!...

me encantó. Es tan poco exagerado en sus emociones pero tan claro en la situación

el final me resultó muy fuerte... se me hizo tan triste que no suene triste

que suene tan cierto.

En Fin. Abrazo a los dos.

Jo said...

lo he probado y me gusta... jotape
amo las imagenes que ponen siempre
ya sé .. debería hacer un comentario más preciso y no conciso

... la verdad es que ando en el mood tristeando asi que no sería muy objetiva

volvere a disfrutarlo por tercera vez

ya vine dos veces

Aurore Dupin said...

"Y hubo deseo y pasión porque convertimos de pronto mi amor y tu cariño en un solo cuerpo que se entrega completo, olvidándose que después del fuego sólo quedan cenizas revoloteando en el cerebro de quien quiso, y recuerdos dolorosos en el que amó".

Son recuerdos dolorosos...pero es lo que te hace vivir; el eterno resplandor de la mente sin recuerdos se lo dejaremos al abandono de conciencia en un día no muy lejano.

Saludos a Luis Felipe y a todo el staff.

Anonymous said...

¡Muchas gracias por sus comentarios! Celebro que les haya gustado. Los espero en la presentación de mi novela. Si se me permite, seguiré publicando en esta interesante y novedosa página.

marichuy said...

"Y hubo deseo y pasión porque convertimos de pronto mi amor y tu cariño en un solo cuerpo que se entrega completo, olvidándose que después del fuego sólo quedan cenizas revoloteando en el cerebro de quien quiso, y recuerdos dolorosos en el que amó".

Jota-pechocho

No hagas esto con un corazón de pollo, que proclama "bonjour tristesse" pero que -aunque no lo parezca- todavía cree en el amor. Auch… me acabas de matar. Una belleza

Un beso

R a m said...

pos no se que comentar. El texto me gusto y me transporto a otros lugares y ensueños de alegria suprimidas por el tiempo. He estado tan ocuapado que no me dava tiempo para leer algo tan bueno...
Exito.

LUMPENPOETA said...

¡Cuando una mujer avanza, no hay hombre que la detenga!, eso dirían mis amigas feministas. Yo humildemente te mando un saludo y decirte que el final, ese final es un acierto... ella es la que me corta el pelo, y se termina... la vida sigue. Bien.

MauVenom said...

Los textos nos llegan más o menos, indpendientemente de lo bien escritos, porque hay un pendiente en nuestro corazón

y ese pendiente lo podemos descifrar en la lectura de una poesía o un cuento

he regresado a reeler esta historia porque no me ha dejado en paz y me atrevo a decir que la asimilo mejor que muchos

bueno, me gusta, especialmente como está escrita.

Otro abrazo.

mariposasalvuelo said...

Me gustó mucho como te lo comenté ayer. Que gusto será poder tenerte también por aquí.
Un beso Luis Felipe y de nuevo Felicidades y mucho, mucho éxito.
Ya toy picada con Flor de María.