Thursday, March 5, 2009


Nora Núnez

Fundióse ahí
sobre sus labios

recorrió paso a paso
el grito de la lluvia
preso en la luna
sobre la plaza

tuvo que ser río

y ahogar  a la piedra
nunca antes húmeda
por el embrujo
de un sueño.

Derramándose en sus pasos
cantó por el grito.
Eterno

Y soñó sobre su pecho
con el velo de la niebla
con el velo de la lluvia
con su propio vino

sólo en un trazo de la noche.
Solo.

4 comments:

marichuy said...

Que escultura más estremecedora: belleza, fuerza, dolor; todo tiene.

Tan estremecedora, como la sensación que produce ese poema.

Saludos

Noelia A said...

Hermoso poema.

A said...

Ahi mismo, desgarrado

Besos apasionados
A

JP said...

-- marichuy, noelia y A, gracias por sus comentarios a Nora