Nora Núnez
Fundióse ahí
sobre sus labios
recorrió paso a paso
el grito de la lluvia
preso en la luna
sobre la plaza
tuvo que ser río
y ahogar a la piedra
nunca antes húmeda
por el embrujo
de un sueño.
Derramándose en sus pasos
cantó por el grito.
Eterno
Y soñó sobre su pecho
con el velo de la niebla
con el velo de la lluvia
con su propio vino
sólo en un trazo de la noche.
Solo.
4 comments:
Que escultura más estremecedora: belleza, fuerza, dolor; todo tiene.
Tan estremecedora, como la sensación que produce ese poema.
Saludos
Hermoso poema.
Ahi mismo, desgarrado
Besos apasionados
A
-- marichuy, noelia y A, gracias por sus comentarios a Nora
Post a Comment