Wednesday, December 3, 2008

HISTORIA ROSA



Yo me la pasaba de a perro, ladre y ladre por su amor, dando de vueltas para que me pelara, aullando por la luna de sus ojos, rascándome las chinches de la burla y sorbiendo de las ubres de su desamor, y es que me cansaba de rogarle, me cansaba de decirle que yo sin ella de pena muero, pero si sus labios se abrieron fue para decirme: “los hombres son esos seres de penes largos e ideas  cortas”. Pero cómo no amarla si le encantaban las quesadillas macrobióticas, todos los conciertos de Brandenburgo y la zona hotelera de Reforma en donde jugábamos ajedrez en cada cuadro de su piel. No había mejor aventura que terminar aquellas noches en un vagón atascado del Metro en donde ella sin duda gritaría: “queridas sardinas, ya no le pongan tanto yin a su yang, embárrenle mayonesa a sus días que las sardinas sin aderezo son como los niños sin globos”. Indudablemente salíamos corriendo del tren perseguidos por aquellas pirañas deseosas de mordernos. Es por eso que he decidido que si ella muere primero escribiré la historia de nuestro amor, con toda el alma llena de sentimiento, la escribiré con sangre, con tinta sangre del corazón.

4 comments:

Vidita said...

Hermoso y musical. Es una historia completamente urbana y GLOBAL aunque al mismo tiempo local. Bueno muy bella.

JP said...

-- gracias vidis, fijate que una vez una amiga me decia que escribia vomitivamente, y creo que eso intento, sacar las tripas

Vidita said...

ESo de escribir con las tripas en la mano es muy intenso...a veces cuando escribo saco TODO lo que no me atrevo a decir de viva voz...hay muchas cosas que solo se quedan en hojas papel revolucion y tinta negra :P

luego le mando algo de lo muy intimo que es probable NUNCA aparezca en mi bló

besos mil

Anonymous said...

QUe melancòlico. Para los que no nos gusta la poesia pero si la catarsis abstracta, deberìa haber mas cuentos como estos. Que narran los sentidos.

Meaney