FELIPE LEON
En anodina calle
solté mis huellas hacia ti
solté mis lágrimas de tizne y ceniza
solté mis pasos de barro y lluvia
La huida me atrapó
aniquiló tu rostro en mi memoria
me forzó una infame confesión
Ahora la anodina calle
es una enorme ciudad con ojos de tizne y barro
con juguetes en el viento
con cancerosa agonía
y con un alma desleal deambulando en ella
y en ti
5 comments:
Recuerdos que no se van, pegados a los ojos con tizne y barro. Así de dura es la deslealtad comprimida en un poema, pequeño, donde cabe una ciudad.
Saludos que aniquilen confesiones.
creo que tendre cuidado al limpiarme los ojos de o quedar con tizne...
por esta boca calle a lo mejor no se sienta tan hondo el recuerdo... voy por ahi
un beso
...
Wuauuu...
Imagen y metáfora, metáfora e idea.
Me confieso caminadora de anodinas calles. Las recorro y hablan, no me olvidan ni me permiten olvidar.
Puede ser que me quede a vivir en la calle de los recuerdos, instale una librería de viejo y me lea historias ya contadas.
Bello texto...
Mafalda
Lo leí temprano y me sentí tan identificada, que no supe qué más decir. Es cierto, a veces yo soy un poco así... pero me rebelo
Besitos Jota-pechocho
me confieso un torpe para la poesía.. pero también acepto que me atrapo en el momento en que se desnudo el alma para aceptar las lagrimas de tizne y ceniza... malditos recuerdos que aún deambulan ... saludos !
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